Con el término de osteopatía visceral,nos referimos a una parte integrada dentro de la osteopatía que aborda las disfunciones del ser humano a través del tratamiento de las vísceras, actuando sobre ellas usando el tejido conectivo como hilo conductor. No movemos vísceras ni órganos (intestino grueso, delgado, hígado…) sino que mejoramos notablemente su función liberando la tensión del tejido que las rodea y de este modo les damos mayor movilidad y motilidad ya que se sienten mas libres, encontrando un mejor equilibrio y adaptación (homeostasis).

Las lesiones osteopáticas viscerales se caracterizan, al igual que las alteraciones de la estructura por la perdida de las cualidades viscoelásticas del tejido conjuntivo , dando por vía refleja (sistema nervioso) adaptaciones de la estructura centradas estas en la columna vertebral, produciendo focos irritativos y contracturas reflejas que provoca angioespasmo (contracción tónica de la pared de un vaso) y dolor.

El principio osteopático más importante es el de la autocuración y el de la globalidad (medicina holística). No podemos separar lo orgánico, de lo estructural y de lo emocional.Todos los sistemas trabajan en equipo y gracias a numerosos ajustes dinámicos y mecanismos de autorregulación logran una homeostasis (equilibrio interno que mantiene una condición estable y constante).

“Mi primer tratamiento osteopático de una apendicitis remonta a 1877, descubrí en mi paciente una torsión lateral de los huesos lumbares, efectué la corrección, remonte los intestinos y todo fue de maravilla” Extracto de la filosofía de la osteopatía. A.T.Still 1828-1917

Ciertos desequilibrios funcionales del sistema visceral encuentran en la osteopatía su solución: es el caso para trastornos como gastritis, hernia de hiato, molestias intestinales, estreñimiento, trastornos digestivos en relación con la vesícula biliar, trastornos menstruales (dismenorreas, síndrome premenstrual y algunas otras patologías de la esfera genital). El tratamiento visceral muy a menudo puede ser necesario para aliviar ciertos dolores del aparato locomotor: en efecto el sistema visceral proyecta a veces su sufrimiento a nivel de raquis (reflejos víscero-somáticos).